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Ampliamente reconocido como poeta y ensayista, el argentino Rodolfo Alonso también se ha distinguido desde muy joven como traductor, sobre todo del italiano, francés y portugués, destacándose especialmente por haber sido el primer traductor de Fernando Pessoa en América Latina (Fabril Editora, Buenos Aires, 1961), así como uno de los más conspicuos divulgadores de Giuseppe Ungaretti, Guillaume Apollinaire o Carlos Drummond de Andrade, por citar sólo algunos. Precisamente en 2007 se cumplieron cincuenta años de su primera traducción: “El oficio de poeta”, ensayos de Cesare Pavese (Nueva Visión, Buenos Aires, 1957), cuya versión y selección compartió en aquella oportunidad con su amigo Hugo Gola y que, como volvería a ocurrirle, mereció sucesivas reediciones inmediatas. Aunque fueron muchos más los grandes autores traducidos por Rodolfo Alonso, como vimos de diversos idiomas. Entre ellos, además de los ya mencionados, Marguerite Duras, Paul Éluard, Eugenio Montale, Jacques Prévert, Murilo Mendes, Pier Paolo Pasolini, Rosalía de Castro, Manuel Bandeira, Charles Baudelaire, Paul Valéry, Stéphane Mallarmé, Olavo Bilac, Umberto Saba.